Remontada del Real Madrid con muchas carencias y con una reivindicación
Tras dos desastres consecutivos en los que las carencias del equipo de Ancelotti habían salido a flote, el turno era ahora de la Copa del Rey, de nuevo en el Estadio de la Cerámica ante el Villarreal. El mismo equipo que le arrebató tres puntos en el último partido de liga. La motivación del submarino amarillo era muy grande y lo demostraron nada más arrancar el partido.
Capoue, en el minuto 4 de juego, puso por delante al Villarreal para aumentar las preocupaciones de Ancelotti. El encuentro no había empezado nada bien para el equipo blanco, que no encontró la manera de adaptarse correctamente. De hecho, el Villarreal se hizo dueño y señor del juego y del partido, dominando en posesión y en superioridad a un Real Madrid que, de nuevo, parecía sin ideas. Las pesadillas del Barcelona volvieron a aparecer.
Los madridistas corrían detrás del balón, llegaban tarde a la presión y se cansaban físicamente sin éxito. Para más inri, Chukwueze puso el 2-0 que ya casi parecía definitivo. Pero tras el descanso, Ancelotti decidió hacer dos cambios que cambiarían el partido, dando entrada a Ceballos y Asensio en lugar de Kroos y Rodrygo. Este último se mostró descontento con la decisión y el técnico se lo recriminó.
Pero tan solo un minuto después, una jugada en la que Ceballos terminó asistiendo a Vinicius sería el inicio de la resurrección blanca con el 2-1. El Real Madrid siguió apretando y Militao logró el empate después de un remate de Benzema que fue despejado. El equipo blanco estaba consiguiendo la remontada y eso pilló por sorpresa al Villarreal, que no supo reaccionar bien.
El partido parecía que podía irse a la prórroga, pero Asensio logró asistir a Ceballos, que puso el balón en el fondo de la red en el minuto 86. De esta manera, el Real Madrid culminó la remontada y se clasificó para cuartos de final, pero hay muchas cosas que deben mejorar para que la imagen de la primera mitad no se vuelva a repetir.